jueves, 3 de febrero de 2011

EL PROBLEMA DE LA REMISIÓN DE UTILIDADES, por Juan Santiago Fraschina

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, publicado en Diario BAE 21/01/2011)

Muchas veces se mide el éxito de un modelo económico a partir del aumento de la inversión extranjera directa. En efecto, los economistas ortodoxos y algunos heterodoxos consideran a un modelo de acumulación en forma positiva si aumenta la cantidad de inversión de las empresas multinacionales. Por tal motivo, existe pocas posturas criticas de los efectos de la inversión extranjera sobre la economía nacional.

Sin embargo, la inversión extranjera tiene algunas repercusiones negativas que merecen cierta atención debido a que podrían generar en la actualidad ciertos “cuellos de botellas” a la economía argentina. Una de esas consecuencias negativas tiene que ver con el sector externo en general y la remisión de utilidades que las filiales de las multinacionales realizan permanentemente a sus casas matrices en particular.

En este sentido, uno de los pilares fundamentales del nuevo modelo de desarrollo instaurado en el 2003 es la balanza comercial positiva que permite obtener un superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. El acumulado 2003 – 2009 de la cuenta corriente fue de 50.058 millones de dólares.

Por su parte, el saldo positiva de la cuenta corriente es lo que permitió otra de las políticas fundamentales del nuevo modelo económico y social: la política de acumulación de reservas por parte del Banco Central de la República Argentina. Las reservas aumentaron de 10.501 a 52.145 millones de dólares entre el 2 de enero de 2003 al 30 de diciembre de 2010.

Por lo tanto, el superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos que permite la entrada de divisas al país es imprescindible para la acumulación de reservas por parte del Banco Central que al mismo tiempo es fundamental para continuar con la política cambiaria de tipo de cambio administrado y tener reservas de libre disponibilidad para profundizar la política de desendeudamiento externo que se viene registrando con el nuevo modelo de desarrollo. El camino es sencillo: exportar más de lo que se importa, la balanza comercial favorable además permite el superávit de la cuenta corriente que genera la entrada de divisas, las cuales posibilita el incremento de reservas que a su vez es fundamental para seguir reduciendo la deuda externa del sector público y sostener por parte del Banco Central el tipo de cambio competitivo para que se traduzca en una profundización del proceso de reindustrialización de la economía nacional.

En este contexto, se puede entender ciertos efectos negativos que genera la inversión extranjera directa en el sector externo. Es cierto que la inversión extranjera tiene un efecto sumamente positivo sobre la cuenta de capital al ingresar una gran cantidad de divisas al país. Sin embargo, dicho efecto positivo sobre el saldo de la cuenta de capital se contrapone al efecto fuertemente negativo que se verifica en la cuenta corriente.

Por ejemplo, las empresas transnacionales exhiben una tendencia mayor que las firmas locales a experimentar déficit comerciales. Salvo las empresas transnacionales orientadas a las exportaciones, el resto de las firmas extranjeras tienen una tendencia a funcionar con déficit comercial. Una de las causas fundamentales que nos permite explicar este comportamiento es la facilidad que las firmas extranjeras poseen para la obtención de productos importados desde otras filiales de la corporación.

Pero el efecto negativo sobre el sector externo más importante que tiene la inversión extranjera se debe al incremento de la remisión de utilidades y dividendos por parte de las empresas transnacionales insertas en la economía nacional y que implica una salida de divisas importantes del país.

Cuadro: Evolución de la cuenta corriente de la balanza de pagos, 2003-tercer trimestre de 2010 (millones de dólares)

Período

Utilidades y dividendos

2003

-633

2004

-2.286

2005

-3.895

2006

-4.939

2007

-5.241

2008

-6.094

2009

-6.627

Acumulado de los primeros tres trimestre de 2010

-5.375

Fuente: Indec

En este sentido, el acumulado de la remisión de utilidades y dividendos del 2003 – 2009 fue de 29.715 millones de dólares, esto es, más de la mitad del acumulado de la cuenta corriente de la balanza de pagos durante el mismo período. Por su parte, el acumulado de los tres primeros trimestres de 2010 arrojó 5.375 millones de dólares.

Incluso, desde el 2003 creció en forma permanente y año tras año la remisión de utilidades de las empresas extranjeras. Mientras que en el 2003 fue de 633 millones de dólares, en el 2009 fue de 6.627 millones de dólares. Por otro lado, en los tres primeros trimestres de 2010 la remisión de utilidades estuvo siempre por arriba de los 1.500 millones de dólares.

Por lo tanto, tanto por la tendencia al déficit comercial de las empresas extranjeras pero fundamentalmente como consecuencias de la remisión de utilidades y dividendos de las transnacionales, la inversión extranjera termina provocando fuertes efectos negativos sobre la cuenta corriente de la balanza de pagos que más que compensan los efectos positivos que tiene sobre la cuenta de capital. Podemos concluir entonces que las empresas transnacionales arrojan un fuerte déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos.

De esta forma, la remisión de utilidades termina resintiendo el superávit de la cuenta corriente global generado fundamentalmente por el saldo positivo de la balanza comercial. Además, si la remisión de utilidades es creciente obliga que también sea creciente el saldo comercial favorable para seguir sosteniendo un superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos.

A esto debemos sumarle otros problemas de las empresas transnacionales con respecto al sector externo como por ejemplo que las empresas extranjeras experimentan una concentración de sus exportaciones en productos primarios, particularmente de origen agropecuario. Asimismo, dentro de los productos industriales exportados por las empresas extranjeras se destacaban los bienes basados en recursos naturales. En conclusión, al analizar las características de las exportaciones de las empresas transnacionales podemos establecer que las mismas se concentran en productos poco sofisticados y de poco valor agregado en los cuales la economía argentina tradicionalmente tuvo ventajas comparativas y que por lo tanto no contribuyen a mejorar el perfil exportador de la economía argentina.

En este contexto, es fundamental para la profundización del modelo económico actual rediscutir el papel de las empresas transnacionales y particularmente debatir y reformular la ley de inversión extranjera que venimos arrastrando desde la década del noventa. El nuevo modelo de desarrollo, así como requiere una nueva ley de entidades financieras, necesita un nuevo marco legislativo para la inversión extranjera directa.

El autor es economista del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP) www.geenap.com.ar (Agencia Paco Urondo)

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