sábado, 27 de marzo de 2010

Movilizados por Carlos Borgna




Rafaela, (Agencia paco Urondo)
Estamos movilizados. Es, quizás, uno de los datos políticos más importantes en los últimos meses.

Una movilización con características particulares, que en algunos casos se reconoce e identifica con otras, más o menos masivas, pero con la impronta de haber ganado las calles, las plazas, los lugares públicos.

Ésta, también, ha incorporado a Internet, a Facebook, a la tele, a 6,7,8. La maldita herramienta informática es correa de transmisión, abrazo, sonrisa compartida. Toda una novedad en un mundo de mails, de descalificaciones anónimas y no tanto, de cadenas que contienen cartas, declaraciones, documentos, comentarios.

La gente se está expresando, pucha que es importante!

Quizás está abriendo las puertas, resignificando los contenidos, pariendo nuevas formas de información y comunicación, supliendo déficits oficiales y los generales del campo nacional y popular.

Apareció la clase media de la mano de los jóvenes. No es menor el dato. Se los vio en Ferro, y en la Plaza. De a dos, de a tres, con el mate, la camiseta subtitulada, el comentario a flor de piel. Hacía rato que no se veía tanta pibada comprometida, tanta juventud dando pelea en democracia. Y ahora andan meta redoblante, teatro y murga y nos llenan de alegría esas caras, nos recuerdan otros rostros, la misma sensación de que juntos podemos y podemos mucho.

Los más viejos, mientras tanto, tenemos que expresar la voluntad de la unidad, tenemos que pregonarla a cada momento, en cada encuentro, en todos los debates y eventos.

Hay que dar batalla tras batalla. La de los chicos recuperados, la de la ley de servicios de comunicación audiovisual y otras que están allí en la agenda, a flor de piel, esperando que el conjunto con sus modos, sus misterios y ganas se decida nuevamente a ganar la plaza de las Madres, las avenidas de Buenos Aires, el Monumento a la Bandera en Rosario o los espacios públicos cordobeses.

Estamos movilizados. Los afiches recordando las tapas de diarios y revistas durante la dictadura impresionan y demuestran que no toda la comunicación pasa por los grandes medios. Y las radios acompañando a las marchas, expresando a las organizaciones, abriendo micrófonos a las experiencias populares, son otro ejemplo de ello.

Hay mucho que aprender en esta etapa. Hay que abrir los ojos y el alma para mantenernos alertas y no creernos infalibles porque embocamos una o dos.

Todos los días aprendemos algo nuevo, todos los días nos inventan noticias, nos marcan sus urgencias, nos quieren establecer su agenda, nos aprietan con sus medios, sus jueces, con la arrogancia del poder económico.

Estamos movilizados y todos volvimos a demostrar que esto también debe ser una construcción colectiva, un sentimiento, unas ganas enormes de gestar una patria más justa y solidaria.(Agencia Paco Urondo)

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