domingo, 18 de octubre de 2009

Honduras: Si lo no deseado tiene que ocurrir, que se lo haga con una estrategia correcta, por Jorge Tribó

Mar del Plata(Agencia Paco Urondo)

Ortega advierte con resistencia violenta en Honduras si no restituyen a Manuel Zelaya como Presidente

Este sábado, en la sesión de clausura de la VII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, el presidente nicaragüense Daniel Ortega manifestó que existe una gran preocupación en la región porque la resistencia hondureña está pidiendo y buscando armas en Nicaragua, Guatemala, El Salvador, al igual que campos de entrenamiento",

Subrayó que las autoridades de Nicaragua aconsejaron a dirigentes de la resistencia que "ese no es el camino, pero eso tiene sus límites, dijo, que es imposible decirle al pueblo hondureño que no asuma otras medidas de lucha, eso es imposible, Dios quiera que no se llegue a esos extremos"

Reflexionó que esa situación tiene que obligar a los mandatarios latinoamericanos a mantenerse unidos porque cuando explota un conflicto en cualquier zona de la región "somos como carga cerrada, eso tiene repercusión inmediatamente en toda la región", señaló.

Por último, manifestó que había que evitar que Honduras llegue a esos niveles de lucha y "eso sólo se evitará con la restitución al poder del Presidente Zelaya y que sea él, el que se encuentre frente al Gobierno de Honduras cuando se realicen las elecciones".

Sin embargo, el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado de junio pasado en Honduras, negó hoy que esté buscando armas y campos de entrenamiento en Centroamérica para tumbar al régimen de Roberto Micheletti, como denunció ayer el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.

"Eso no es cierto, la coordinación del Frente en ningún momento ha hablado, insinuado o planificado la idea de conseguir armas", dijo a ACAN-EFE Juan Barahona, coordinador general de la resistencia popular que exige la restitución del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya.

"Dejamos claro que nuestra lucha sigue siendo pacífica, una masa popular que se pronuncia en las calles sin armas", subrayó Barahona.

Según mi humilde opinión, esta aparente contradicción, solo puede explicarse por el fracaso de la resistencia pacífica, como estrategia para reinstalar en el poder al presidente constitucional Manuel Zelaya y por otra parte, el inevitable surgimiento de grupos de base que están sobrepasando a la actual dirigencia del Frente Nacional de Resistencia y que consideran seriamente, que la dictadura solo podrá ser derrotada por la vía de las armas, más allá de la combatividad demostrada en las movilizaciones por parte del Frente Nacional de la Resistencia y que cabe recordar, ya advirtieron de su intensión de seguir movilizados en las calles, rutas y barriadas de Honduras para derrotar el intento de realizar elecciones fraudulentas.

Ahora bien, si lo no deseado resulta inevitable por causa de la prepotencia y ceguera dictatorial de Micheletti y sus adláteres, que este levantamiento se dé en el marco de una estrategia correcta, es por ello que deseo hacer las siguientes reflexiones:

Una ventaja a favor de un eventual movimiento insurgente en Honduras, es el hecho de que desde la década de los 60 y 70 hasta hoy, ha corrido mucha agua (y sangre) bajo el rio, cualquier ciudadano común de nuestra América, sabe que el golpe de estado gorila en Honduras, es una más de las tantas conspiraciones de la derecha norteamericana y que el alto mando que lo dirige, no tiene ni un gramo de patriotismo y simplemente son burócratas al servicio del sector más retrogrado de la inteligencia norteamericana, formados para actuar como fuerza cipaya de ocupación de su propio pueblo.

Con esto estoy diciendo que no tienen la mas remota posibilidad de disfrazar este atropello con una imagen de legalidad y legitimidad: su acción sicológica, consistente en disfrazar el discurso de la dictadura como constitucionalista y apegada a la ley y la sistemática campaña de difamación de la figura del presidente Manuel Zelaya, intentando asociar su imagen a la corrupción y las ambiciones personales (tal como lo hizo Pinochet con la figura de Salvador Allende) no logra penetrar los cerebros de los hondureños, porque la realidad es por demás elocuente.

Otra ventaja relativa, es que un levantamiento armado, gozaría de la simpatía generalizada de los sectores populares, ya que estos estratos vienen de la experiencia del fracaso en lograr la constituyente por la via pacifica y la lucha cruenta se expandiría como un incendio en la pradera.

Sería una desventaja, que desde el nivel de mandos medios para abajo(patrióticos), no comprometido con los intereses de facción de la cúpula militar hondureña, no hiciera algún movimiento dentro de alguna(s) unidad(es) militar(es) y se fuera para las montanas, acompañando este movimiento de resistencia en un movimiento cívico militar, es de carácter vital, replegarse con el mayor acopio logístico posible (fusiles, lanzacohetes y sus respectivas municiones, etc.)

Si ello ocurriera, en vez de una guerra prolongada, sería una guerra rápida ya que parte de las fuerzas armadas leales al imperio deberían ir a hacer el cerco a varios focos de levantamientos armados simultáneos (algunos militares y otros compuesto por milicianos de origen civil) y por lo tanto, se debilitaría el control militar en las ciudades (con la posibilidad de que comandos armados operen junto al pueblo en las barriadas y puedan fracturar el poder de la dictadura.

También sería el momento, de que varios militares latinoamericanos en retiro y con vocación Bolivariana, busquen la forma de ofrecer su solidaridad profesional y militante al pequeño grupo inicial de militares y/o civiles alzados en armas en Honduras, creo que este sería el germen del surgimiento de un ejército de la Patria Grande.

Para el caso de los militares Colombianos, peruanos y mexicanos en actividad, ya no vale la pena seguir como represores de su pueblo, es aconsejable seguir el ejemplo de Miranda, San Martin y tantos otros patriotas militares del siglo XIX que desertaron del ejército colonial español y se incorporaron a las fuerzas que combatían por la liberación de nuestra América, en este caso, sería de la hermana república de Honduras, creo que es un deber moral de todo soldado suramericano.

Finalmente, cabe recordar que la movilización del Frente Nacional de la Resistencia deberá seguir jugando su papel, dentro de la legalidad

(Agencia Paco Urondo)

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