jueves, 27 de agosto de 2009

La pelea por la socialización de los medios y la palabra está en su etapa decisiva, por Fabián Sinsig

Formosa (Agencia Paco Urondo) Con mucho entusiasmo miles de argentinos esperamos que hoy ingrese al parlamento nacional el Proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales, para la gran mayoría es el resultado de años de lucha por la democratización del espectro radioeléctrico, idea que comenzó a madurar hace aproximadamente unos tres años.

Muchos no creían en esta posibilidad, incluso funcionarios del propio gobierno nacional y provincial, sin embargo, contra viento y marea, el proyecto esta cada vez más cerca de convertirse en una realidad.



Aquí en Formosa, junto a un grupo de comunicadores sociales decidimos crear la Asociación de Radiodifusores de Formosa (ARFOR), para impulsar un espacio de análisis y reflexión que diera cuenta de la influencia que ejerce sobre nuestra comunidad lo que denominamos Mediocracia, esto es: el sistema mediático constituido por los grandes grupos empresarios periodísticos que monopolizan en Argentina el negocio de la información y tratan de imponer el discurso y el pensamiento de los grupos de poder.

No resiste el menor análisis la manipulación informativa que hace el principal multimedio de nuestro país: el grupo Clarín. La manera de instalar las noticias; la vida interna en su propia redacción, cuando se obliga a los periodistas a decir lo que la empresa necesita decir. A modo de ejemplo, muchos de estos medios “leyeron” el triunfo de Barack Obama con el 53 por ciento de los votos como la “unidad de la nación para el cambio”. Sin embargo, consideraron que el 55 por ciento en manos de Evo Morales o de Hugo Chávez representa la “advertencia de una fractura” nacional y la posibilidad de “tensiones” en las naciones sudamericanas.

Para estos medios, Berlusconi “ganó” con el 36 por ciento y el kirchnerismo sufrió una “derrota aplastante” con el 32, pese a que los números lo ubicaron en un primer lugar en la cuenta nacional de votos.
El multimedio sugiere que dicho porcentaje supone el fin de un período donde cualquier iniciativa política del gobierno que pretenda avanzar con la promoción del Estado, la distribución de la riqueza y la inclusión social será errónea.

Este es el mecanismo que el grupo Clarín utiliza para presionar a quien se le interponga en su camino, cuantos políticos, presidentes de la nación incluso, subieron y luego bajaron rápidamente cuando sus políticas afectaron los intereses de sus múltiples empresas, que en la actualidad están ramificadas en distintas áreas de la producción y servicios.

Pero para garantizar semejante poder, es necesario mantener y aumentar en lo posible el control sobre la opinión pública, pero al mismo tiempo, es necesario evitar cualquier tipo de competencia que les pudiera sacar audiencia, por eso, el grupo a vetado permanentemente la posibilidad de dignificación de seis mil propietarios PYME de radios AM y FM y canales de TV de baja potencia, tanto privadas como comunitarias desde hace 20 años.

La oposición política, las más de las veces funcional a esos intereses y encandilada por la amplificación de sus dichos en los titulares de los multimedios, argumenta que el Gobierno intenta condicionar la línea editorial con el manejo de la publicidad oficial. Y la publicidad oficial es lo menos importante para ellos, sino los otros grandes negocios, que por ejemplo, con las retenciones a la soja pierden muchísimo más que lo pueden ganar con la publicidad.

La cuestión comunicacional, que refleja modelos de país y de sociedad distintos, no se resuelve con avisos. Requiere de un abordaje integral que abarque el sentido del proyecto nacional, los medios deben servir para la construcción de ciudadanía, donde el sujeto social sea el protagonista y no rehén de los poderosos.

Cristina es la primera presidenta de la democracia que se atrevió a abrir un debate público para derogar el decreto-ley que rige desde 1980 en la radiodifusión. Y ese hecho le valió la crítica permanente de los dueños y voceros de los grupos de poder.

Si aspiramos a construir la patria grande, donde ya no existan mas argentinos de segunda, entonces a lo primero que hay que estar dispuesto es a la defensa de los verdaderos intereses nacionales y populares, y esto implica que a la comunicación la debemos concebir como un fenómeno social y no como una mera cuestión técnica y mercantil. Para construir esta comunicación se necesita actores y también organización, y por eso surgió ARFOR, una organización que viene trabajando desde hace mas de tres años, promoviendo y participando en distintos foros y congresos nacionales, y aquí en la provincia, trabajando codo a codo con el Dr. Roble, Delegado del COMFER, quien desde el primer momento que asumió su cargo se puso a disposición de los radiodifusores y de esta asociación. Con él hemos recorrido prácticamente todas las localidades de nuestra provincia hablando con los radiodifusores y promoviendo la nueva ley de radiodifusión.

La existencia plena de la libertad de expresión de todos y el acceso a fuentes de información múltiple y plural son valores imprescindibles para que haya democracia política, económica, social y cultural.
El desafió pasa por no caer en la trampa de lo que te imponen. El sueño de un medio con criterio propio no es imposible. El periodismo no se hace con personas sin ideología, todo lo contrario. Por lo que sería sano que cada uno asuma su identidad política y sea consecuente con eso. No está mal ser oficialista si el gobierno de turno coincide con la ideología de uno, o ser oposición sino no coincide. Lo que si esta mal es ocultar quien sos y que intereses defendes. Cuando cada uno asuma su identidad política sin tapujos y sin ocultamientos se podrá hacer comunicación social enserio, aunque suene a utopía.

La pelea por la socialización de la palabra y los medios esta en su etapa decisiva, a no bajar los brazos, porque cualquier ley que surja de la democracia, siempre va a ser mejor que la que militar que rige hasta el día de hoy.

El autor es presidente de la Asociación de Radiodifusores de Formosa (Agencia Paco Urondo)

1 comentario:

  1. ANTES QUE CAMBIAR LEYES PONER EN VEREDA A TODOS LOS MEDIOS POR LA DESINFORMACIÓN Y EL ALEVOSO OCULTAMIENTO DE LA VERDAD QUE A TRAVÉS DE LA MANIPULACIÓN DE LA INFORMACIÓN SE VIENE PRACTICANDO EN LOS MEDIOS DE DIFUSIÓN: Walter Lippmann (decano de la prensa de EEUU) publicó en 1922 "La opinión pública", donde narra que junto con investigadores anglo-americanos y del servicio secreto inglés, descubrieron un sorprendente hecho: Que la gran mayoría de la gente no comprende el proceso de RAZONAR y no posee habilidad para observar y enfocar problema alguno y sobre los cuales sólo se limita a OPINAR. Desde entonces, la manipulación de la información pública es aplicada por hábiles operadores que desde los medios instalan OPINIONES. Y así, toda OPINIÓN instalada en la masa de gente que NO RAZONA, es aceptada como verdad científica, aun cuando esas opiniones sean desde simples boberías a sofisticadas patrañas, y que de modo alguno podrían resistir el juicio crítico de un razonamiento lógico.

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