martes, 30 de junio de 2009

Carta abierta de Facundo Tignanelli

Ramos Mejia, La Matanza, Buenos Aires (Agencia Paco Urondo) Compañeros y amigos:

Desde ayer pasadas las 20 hs. tuve la oportunidad de hablar con compañeros de distintas localidades y organizaciones. A todos ellos los escuche hablar con tristeza, preocupación y bronca, hablaban de resignación y de traición. Escuchaba en sus voces la mejor expresión de mis sentimientos, era indudable, todos sentíamos lo mismo.

Mi consuelo por esas horas era no sentirme tan solo. La pregunta del millón era ¿y ahora? Todas esas sensaciones me hicieron comprender que vamos por el camino correcto. Porque es así, compañeros, las derrotas duelen, no nos dan lo mismo.

Así como ayer escuchaba a amigos y compañeros asegurar preocupados y compungidos que el resultado de ayer es retroceder, escuchaba a los más grandes con la misma seguridad decir: Esto ya paso en tal o cual año, y afirmar convencidos, que habrá una interna y podremos encolumnarnos detrás del que gane como lo hicimos siempre.

Estas apreciaciones me hicieron ver un poco más allá de la elección. Me di cuenta que algo no está bien, como puede ser que una caída se tome tan a ligera. Buscando esa respuesta entendí que si bien compartimos el espacio con muchos compañeros son distintos los objetivos.

Esta vez, creo que ha llegado la hora de la juventud. Como les dijo a los jóvenes un viejo general por los años 70 “Tenemos que hacer una organización para lo que debemos realizar. Esa organización ha de ser para la Reconstrucción Nacional, en primer término, y para la Liberación Nacional, en segundo término. No queremos liberar ruinas; queremos liberar una nación. No queremos liberar un cadáver; queremos liberar un ser que trabaje y se desenvuelva”.

Creo que ha llegado la hora de que el trasvasamiento generacional sea una realidad en todos los órdenes del movimiento, ha llegado la hora de tomar el bastón de mariscal.

Llego el momento de demostrar que no somos declamativos, que cuando gritamos hasta el hartazgo que no nos han vencido, lo creemos y estamos dispuestos a demostrarlo y confirmarlo.

Son tiempos de no callarse más. ¿Con que victorias y laureles nos van a venir todos aquellos que pusieron sus mezquindades personales por sobre el proyecto, todos aquellos que aseguraban que el aparato estaba tan aceitado que era lo único que nos garantizaba ganarle a la corporación mediatica?, aquellos caudillos intocables que ya ni siquiera aseguran un triunfo en sus feudos y que pretenden seguir digitando los destinos del pueblo acotando cada vez su capacidad transformadora.

Por eso compañeros no tengo temor en afirmar que esta es nuestra hora, ya no depende de que nos den un espacio. La juventud debe ponerse de pie y ponerse al servicio del pueblo para devolverle a este las herramientas para la transformación social. Ya no se trata de canticos e ilusiones, se trata de organizarse para superar este revés. Se trata de que la historia recuerde al 28 de Junio de 2009, como el día que nos dimos cuenta que había llegado nuestro momento y no como el día en que los más humildes volvieron a ser postergados frente a los intereses del poder económico.

Para finalizar dejo un mensaje más de aquel viejo general “Cuando la juventud esté unida y organizada, cuando en poco tiempo pueda ser ejemplo de disciplina peronista, se encontrará en condiciones de luchar en todo terreno y el éxito de la etapa final del proceso argentino estará asegurado. Debemos demostrar al mundo que nos observa, lo que puede la firme actitud de un Pueblo cuando su lucha está fundada en los sagrados principios de la justicia, de la libertad y de la soberanía. La Patria reclama en estos días la inquebrantable decisión de la juventud de luchar por ella.”

Un fuerte abrazo

Más info: 15-6156-0004. (Agencia Paco Urondo)

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